Facua consigue que cambien a un cliente un reloj valorado en 850 euros, que sufrió daños en el cristal, tras la negativa de la firma Garmin

Se decidió por un reloj modelo Fénix 7x versión Solar de la marca Garmin, pero no solo eso, sino que se decantó por la versión de este producto con cristal de zafiro porque este material es muy resistente a golpes, arañazos y ralladuras. No le importó que el precio final se encareciera en 100 euros por este motivo y que tuviera que pagar 848,24 euros.

Dos años después de adquirirlo, descubrió un rayón en el cristal del reloj que atravesaba prácticamente toda la parte izquierda. Era un desperfecto que solo se veía desde determinada perspectiva y condiciones de luz, por lo que no sabía cuánto tiempo llevaba así, señala Facua-Consumidores en Acción, quien se hizo cargo de la reclamación.

En un primer momento, el cliente se dirigió a la firma Garmin para informarle del desperfecto que sufría el cristal del reloj, ya que el producto se encontraba en garantía. Exigió a la marca una solución, ya fuera la reparación, la sustitución del reloj o el reembolso del dinero, más aún cuando en la publicidad del reloj se especificaba que este era «resistente a los arañazos».

Incluso, realizó vídeos de prueba con otro reloj, también con cristal de zafiro, donde se comprobaba que no sufría ningún daño tras ser golpeado o incluso después de intentar arañarlo con un cúter. Esto llevó al cliente a sospechar que o bien «el modelo que le vendió Garmin no era realmente de zafiro, o el cristal era defectuoso», señala Facua.

El zafiro es el segundo material más duro después del diamante y solo puede ser rallado por este, circunstancia que el afectado aseguraba que no se había producido, y tampoco había realizado ninguna actividad deportiva o de riesgo con el reloj puesto, aunque este dispositivo estaba indicado en su publicidad como idóneo para ello.

La firma Garmin respondió al cliente y solo le dio una posible solución: que pagara 258 euros por la reparación del reloj ya que, según la empresa, el arañazo no se encontraba cubierto por ninguna garantía o cortesía -sin dar explicaciones del motivo, apunta Facua-.

Fue cuando el cliente se puso en contacto con Facua para que tramitara la reclamación. El equipo jurídico de la asociación de consumidores se dirigió entonces a Garmin en representación del afectado para reclamarle que hiciera valer la garantía del reloj y aplicara una de las siguientes soluciones: la reparación sin coste adicional, la sustitución del reloj por otro del mismo modelo o uno de similar coste, o el reembolso de los 848 euros en caso de que las dos anteriores fueran imposibles.

Garmin se puso entonces en contacto con el cliente para informarle de que pasarían a recoger el reloj para valorar su posible reparación. Finalmente, al no ser posible, la empresa entregó al usuario otro reloj Fénix 7x versión Solar Zafiro, con el cristal en perfectas condiciones y sin defectos.

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